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Soundtrack 2005

Discos:
Future Perfect: Autolux
Waiting for the siren's call: New Order
With Teeth: Nine Inch Nails
Pornomotora: Pornomotora
Playing the Angel: Depeche Mode
Details: Richard Davis
The future embrace: Billy Corgan
Odyssey: Fischerspooner
The graffiti artist (ST): Kid Loco
Saul Williams: Saul Williams

DJ Set:
Adam Sky: Useless Eater Mix

NetLabels:
OpenLabRecords
Zerinnerung.de

Naturalezas Muertas

Acta de fe

Llega pues la hora del sacrificio, anunciada por el engaño escurridizo, la escalada milimétrica del escalofrío. (Se anticipaba al movimiento. A respirar de ese aliento para convertirse en cómplice del otro. Tal vez, en su motivo). La piel deja de serlo. Se renueva el tacto a medida que el juego entre luz y sombra dibuja nuevos escenarios, otras posibilidades y sutilidades tan calmas como nocturnas.

(El sabor del instante se hace agrio ante la certeza del transcurso. Siempre anticipado).

Se convive con ese miedo a la final apresurado, al puro silencio manchado de nuevo por esa sombra que por motivos acaso siniestros nos hemos impuesto.

Somos, pues, inacabados.

Pero esta noche mi camuflaje huele a desnudez. (Me puedo ser infiel para recrear el artificio). Y me entrego entonces al recorrido manso y traicionero del reconocimiento. Para ser más que el acto de fe.

Algo más que ese reflejo.

sobre naturalezas muertas y otros fantasmas

Aún permanecía almidonado por tu imagen repetida en frecuencias olfativas. En trazos oblicuos que permanecían, como presencias, como cálidos fantasmas vouyeristas anticipándose al sacrificio con las conciencias repletas de carne.

Y tú, con la carne repleta de conciencia y la boca inundada. Porque seguiste siendo esa caricia atragantada. Porque fue más fuerte el olvido que se precipitaba, inclemente, crudo, asesino, que la noche que te acorralaba. Porque jamás viviste en el otro y preferiste el soliloquio. Como naturaleza camuflada. Impregnada de cuerpos sin rostro y a la espera, como siempre, de mejores mañanas.

Ruido Blanco

El rumor había mutado en ruido blanco, como un monólogo de avispas que comienza a bostezar, improvisando un prematuro despertar que se asomaba imprudente en los retazos del invierno.

(Tan solo te observaba modular. Y esa carita desdichada. Desdiciendo bocanadas a la inversa, exhalando palabritas motivadas por visiones de tristeza).

El relato se secaba antes de rozar el punto final. Porque todo comienza ahí donde muere tu lengua. El lugar de mi tranquilidad. Aunque miento. Porque todo pasa a pesar mío. A pesar tuyo y a pesar de la mierda. Porque no somos más que una conspiración de coincidencias. Puras Proyecciones hipotéticas.

Víctimas, no más, de la sospecha ajena.

Entrepiel

Tenue. Leve. Como la piel que no despierta a ningún estímulo externo. Como neuronas anarquistas y dentritas perezosas que se niegan al abrazo. Que se niegan al contacto y se entregan sin reparo a atestiguar la posibilidad de la posibilidad. A presenciar el artificio. A dañar el artefacto. Es entonces cuando todo movimiento es hipotético. La inercia dejaría de ser solo fuerza en potencia para convertirse en miedo a la repetición. A la locura. Haciendo de la quietud perpetua un gran pretexto para la acción.

Así pues, me guardaré para cuando me haga inevitable.

Me guardaré para ser, por culpa de nadie.

Sonambular

La oscuridad cobraba vida en aquellos que nos buscábamos en ella. La noche nos tragaba a la fuerza. Caminábamos, como los pasajeros inoportunos de un tiempo indiferente, fatal, a la espera de esa dosis de esperanza que todo hombre necesita para olvidar. Y sí, la encontrábamos. En el paisaje artificial; en el vago rumor de un paraíso perdido, como una incertidumbre que persiste, terca, en recordarnos precisamente eso: que no podemos olvidar.

Toda voz perdió a su dueño (el cansancio carece de voluntad). El silencio se acomodaba a las expectativas de la época, cortado con violencia por una que otra sílaba colgada de unos labios vírgenes y hermosos pero condenados a no besar. Entonces me dijiste que te hablara para salvarte de la sombra.

Pero yo preferí callar.

Testimonio

Soy alcohólico y drogadicto.

(de vez en vez resulta sano recordarlo).

diálogo parte dos

La nostalgia no es por lo perdido. Es por lo matado. No perdimos, por tanto, el paraíso. El paraíso, muchacho, lo asesinamos.

(La culpa no es del cuerpo: es del cadáver).

Es así que la Historia tiene como subtítulo "Sobre cadáveres ambulantes".

la vida es una puta

Prefiero confundirme en imprevistos. Coquetear con el error. Ser, en potencia, para no rendirme a una certeza de esas que asfixian experiencias, reduciendo el gesto a la cabeza gacha. El lenguaje a la consigna publicitaria. Prefiero cicatrices, titubeos, átomos que dudan, se mueren y se matan. Prefiero un combate sin firmas. El anónimo rostro bautizado por esquirlas y por balas. Prefiero que el libreto se despliegue en mis entrañas. Donde todo se sucede. Donde nunca pasa nada. Donde el dolor es anestesia y la verdad tan solo una palabra.

diálogo parte uno

Qué te depara la vida, preguntaste. La vida me depara la muerte, pero hasta ahora no me he dejado matar. Luego dijiste Qué más y yo dije Nada. Nada más.

(La belleza es un accidente. Tan solo un azar).

copiloto

Tan solo pasajeros. Nada más. Compañeros de viaje que se observan, sin tocarse, con el gesto entrecortado por una única certeza: nada basta. El olvido llegará para quedarse.

trasnochando (tras la noche(ando))

La belleza es altanera. Mi caricia es la venganza. El consuelo se demora y la sospecha jamás tarda. Por eso busco desdoblarme en tus retinas. Coser tus labios con mis babas. Guardar la noche despiadada. Para mañana. Para recostarme en las palabras y dibujar algo distinto a la mentira, a la violencia de tu gesto y a la rabia de mis balas. Y olvidarme en el sonido del olvido. A la espera del silencio. Bajo las sábanas.

algoritmo

Era entonces cuando me entregaba a contemplaciones cualquiera, sin necesidad de andar restregándome los ojos para ver más claro el tamaño de tus actos. Me lavaba las manos, también, para limpiar toda huella o todo rastro que evidenciara mi presencia en el engaño; sin embargo, seguía empeñado en la ceguera sucia para seguir viviendo el simulacro, la falta de fe y la presencia del pecado.

En todo caso, siempre tú. Y detrás tuyo, algo.

NO

Hay algo que he negado tanto que de tanto negarlo lo he olvidado. He perdido el objeto de mi angustia. Pero los rasguños han quedado. En todo caso, si algo duele, es porque algo está sanando.

TIC

me duele que no sepas asumir la precariedad con dignidad. que ni siquiera intentes limpiar el rastro de lo humano. me duele que me duela también, pero no que a tí te duela más (yo no soy cristiano).
tal vez sin quererlo, esto es lo que soy. ese presente inconcluso. esa imagen que se te escurre entre las manos. ese cuarto vacío. ese del rincón deshabitado.
en todo caso, me guardaré para después.
para cuando la sombra se acomode y así mi asombro no sea improvisado.

cuartoscuro

Del otro lado del espejo habita una mujer. Una angustia que percude todo interrogante. Si logro descifrar su rostro, lograré encontrarme. Si consigo juntar esas palabras, podré sanar. Alejar lo agrio. El plomo. El exceso de rojo en la sangre. Si logro, pues, dibujarte, seré uno solo. "Una sola y misma sombra". Cómplice sin necesidad de ser culpable.

De ahora en adelante buscaré oscuridades que me basten.

flashback

Entonces el sentido era exigente. La experiencia se afinaba, se encogía escalofriada ante la porosa caricia de unas lenguas dactilares que salivaban a su paso por la orilla de ese vértigo, de ese pasado disuelto en puro y cruel instante. Fragmento. FLASH. Muerte lineal.
Cuando la memoria nos obliga a matar.
Sin embargo, algo queda. Y busco tu sonrisa entre la mierda. Y me sumerjo hasta el cuello y no la encuentro, pero sigo. Porque estoy cada vez más cerca. Porque quiero alumbrarte la carita con un poco de mi pirotecnia. Porque soy un adicto.
A la belleza.
A la causa perdida.
A ese estado de duermevela.


(en todo caso, era un estado caprichoso. Como Dios. Que solo existe cuando se le da la gana)

debajo de la almohada

De este lado de la cama hay un durmiente que finge el sueño, que le pone trampas a la noche para que lo reciba sin reproches, ni chantajes. Ni ecos de condenado. De este lado de la cama hay oraciones, dioses que copulan con santos en un último intento por evadirse de la niebla. Desvanecer sin dejar charcos. De este lado de la cama hay un muerto que no duerme. Porque está manchado. Empapada hasta su almohada.

Testiga de asesinatos y demás pecados no purgados.