Thursday, September 29, 2005

play-stop-rew-stop-play (ad infinitum)

el miedo siempre precede a un cambio de piel. por eso es siempre bienvenido. lo extraño no sería sino otra posibilidad del espejismo. movimiento del ser a ese rincón insospechado. cuando la vida se despliega en el vértice del abismo. en caída libre. para terminar igualmente desparramado sobre el piso.

buscando, constantemente y a ciegas, juntar esas piezas o fragmentos que finalmente compondrán el espectro seguro. para seguir, una y otra vez, con el malabarismo. esquivando dioses y demonios cuya gracia es la desgracia. la ceguera de infinito.

no perseguimos nada aparte de dejar de repetirnos.

somos los suicidas del lenguaje. hemos muerto colgados de nuestras cuerdas vocales.

entre paréntesis

esto es un experimento escritural. el producto de un ocio tejido a la fuerza en pentagramas accidentales, cuando la garganta lucha por convertirse en vocales. en consonantes. es entonces cuando el espejo se rompe y resuena solapada la fricción de esqueleticos que se hacen zancadilla al bailar. esas palabras que nos usan. que nos desusan. esas lengüitas que nos lamen a su gusto, como el fuego a la carne. como toda historia. escrita con sangre.

repetimos el acto primigenio. lloramos apenas nacemos.

Wednesday, September 14, 2005

antiséptica

soltar sin que rocen los labios. el tímido placer de invocar palabras con uñas, con dientecitos de peluche, inútiles, como un orgasmo que nunca llega. como el paciente que se resigna a la sala de espera. como un aborto que no sorprende. como la bala perdida y la víctima, la cifra y el gris de una tarde terca. como una realidad que ladra pero no muerde. que se aplaza en cámaras lentas y monólogos de serpiente.
en todo caso, quisiera estar ahí cuando caigan las bombas. cuando el semáforo pase de rojo a verde. y no al revés.

como siempre.