sobre naturalezas muertas y otros fantasmas
Aún permanecía almidonado por tu imagen repetida en frecuencias olfativas. En trazos oblicuos que permanecían, como presencias, como cálidos fantasmas vouyeristas anticipándose al sacrificio con las conciencias repletas de carne.
Y tú, con la carne repleta de conciencia y la boca inundada. Porque seguiste siendo esa caricia atragantada. Porque fue más fuerte el olvido que se precipitaba, inclemente, crudo, asesino, que la noche que te acorralaba. Porque jamás viviste en el otro y preferiste el soliloquio. Como naturaleza camuflada. Impregnada de cuerpos sin rostro y a la espera, como siempre, de mejores mañanas.
3 Comments:
Ufff... Sin palabras, está muy vacano...
Está muy vacano tu blog en general también... Me encantó...
Saludos
Me gustó.
mucho
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