Saturday, January 28, 2006

Al natural

El sonido se dejaba adivinar, honesto, suavizando el contorno de un oído habituado -obstinado, quizás- a oír pero no a escuchar. La única certeza era que la música amplificaba confesiones largamente atascadas en monólogos interiores. Y entonces el silencio se hacía realidad.
Jamás fuimos tan sinceros como en esa expresión por transferencia, en esos acordes que sí supieron pronunciar lo que tanto nos empeñamos en callar. Entonces conservamos el silencio para que la palabra no mutara en sedimento y no dejara al descubierto la ansiedad. Y revestimos al momento con un halo solemne. Ese órden que es el flujo incesante del estar, en toda su despierta inmediatez. En todo su compleja naturalidad.
(La mañana se anticipa al movimiento. Esta noche ya no es nuestra. Somos alguien más).

3 Comments:

Blogger Unknown said...

la noche es del nuevo ser que emano de la union de dos cuerpos en silencio, pero al desaparecer con el alba queda siempre en la escencia de dos seres, el recuerdo del momento

7.2.06  
Anonymous Anonymous said...

el silencio se hizo realidad.

15.3.06  
Anonymous Anonymous said...

y el silencio no dejaba de ensordecer a quienes habían empezado a vivir en ese planeta lejano y oscuro, aparentemente no tenian orejas pero escuchaban de alguna forma el silencio que no dejaba de existir... que siempre había estado allí, aun sin la conciencia de su permanencia, no podían obviarlo ni dejar de ensordecerse con el.

22.3.06  

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